
Parroquia El Divino Rostro - Itagüí Arquidiócesis de Medellín
26 Años


HISTORIA DE LA PARROQUIA EL DIVINO ROSTRO DE ITAGÜÍ
El Catecismo de la Iglesia Católica define la parroquia, citando literalmente el canon 515 § 1: “La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del Obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio” y añade: «Es el lugar donde todos los fieles pueden reunirse para la celebración dominical de la eucaristía. La parroquia inicia al pueblo cristiano en la expresión ordinaria de la vida litúrgica, la congrega en esta celebración; le enseña la doctrina salvífica de Cristo. Practica la caridad del Señor en obras buenas y fraternas: “No puedes orar en casa como en la Iglesia, donde son muchos los reunidos, donde el grito de todos se dirige a Dios como desde un solo corazón. Hay en ella algo más: la unión de los espíritus, la armonía de las almas, el vínculo de la caridad, las oraciones de los sacerdotes” (S. Juan Crisóstomo,incomprehens.3,6)» (Catecismo de la Iglesia Católica, 2179).
Las parroquias se erigen en divisiones territoriales partiendo del grado de “necesidad pastoral” y el número de fieles que en estas se contengan; sobre esta idea, nos remitimos hacia los años 1986 al 1988, en los cuales, de forma especial, el entonces párroco de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario (ubicada en el parque principal de Itagüí), PBRO. GONZALO RIVERA, con el ánimo de desarrollar las estrategias pastorales de la época y unirse a la misión propuesta a nivel nacional para ese mismo periodo, desarrolló unas denominadas “asambleas familiares” en cada uno de los sectores de su jurisdicción parroquial, teniendo una especial respuesta la desarrollada en el sector hoy conocido como EL TABLAZO, lo cual hizo mérito con el paso del tiempo para que en el mismo se llevara a cabo una celebración semanal de la Eucaristía, teniendo como centro de culto la escuela del sector; este proceso fue acompañado por el PBRO. JOSÉ PABLO MEJÍA.
Las celebraciones semanales de la Santa Misa se siguieron desarrollando por no más de medio año de forma ordinaria, periodo en el cual el PBRO. ROBERTO HUGO MÚNERA, fue designado para construir la parroquia del DIVINO NIÑO JESÚS DE CALATRAVA (creada el 31 de julio de 1986 por decreto N° 34 del mismo año) y dos centros de Animación pastoral, ubicado uno en el sector de EL TABLAZO y otro en sector de EL PEDREGAL. Con el trabajo desarrollado por el mencionado sacerdote, se logró pasar de “Centro de Animación Pastoral” a “Centro de Culto” lo cual implicaría una celebración constante y frecuente de la Santa Misa.
Con el paso del tiempo, la confluencia de personas a la celebración del oficio Eucarístico se convirtió en un llamado para el entonces pastor de la Iglesia Arquidiocesana de Medellín, el Eminentísimo Señor Cardenal ALFONSO LÓPEZ TRUJILLO y sus consejos, tanto el presbiteral como el episcopal, para arriesgarse a dar un paso trascendental: Convertir el centro de culto del Barrio EL TABLAZO, en una nueva jurisdicción parroquial, lo cual se convirtió en una realidad por el DECRETO N° 79 DEL 19 DE DICIEMBRE DE 1990 del cual se extracta el siguiente artículo:
Imagen tomada del decreto Original que reposa en la Curia de Medellín
En el artículo tercero del mismo decreto arzobispal, el entonces Ordinario del lugar, nombró como PRIMER PÁRROCO de la neo-parroquia al PBRO. GABRIEL JAIME MOLINA, el cual recibió la posesión canónica de la misma el día 06 DE ENERO DE 1991, siendo el encargado de finalizar las obras y adoptar para la parroquia las normas prescritas para la celebración del Culto Divino, además de adelantar las obras pastorales y de formación al interior de la misma y en los sectores que la comprendían, es decir: EL TABLAZO, LAS ACASIAS, FÁTIMA Y LAS AMÉRICAS, tomando en cuenta los límites prescritos en el Artículo segundo del decreto de creación de la parroquia:
Imagen tomada del decreto Original que reposa en la Curia de Medellín
De este tiempo en adelante, se podría describir la labor de la parroquia como activa y fructuosa, marcada por el sello de 11 párrocos que la han dirigido a lo largo de sus 25 años de existencia, llevando a cabo en ella grandísimas obras tanto materiales como pastorales y espirituales, de la mano de muchos y muy variados agentes de pastoral, y por las cuales se elevan sobre su altar una constante acción de gracias al Sumo y Eterno Sacerdote, el Buen Pastor y el dador de todas las gracias.
JUAN DAVID MEJÍA BALVÍN
Licenciado en Filosofía y Educación Religiosa
Coordinador Pastoral Parroquial

