
Parroquia El Divino Rostro - Itagüí Arquidiócesis de Medellín
26 Años


Nuestra Comunidad Parroquial
Recurrimos a nuestras parroquias para la Eucaristía y los sacramentos. Recurrimos a nuestras parroquias para escuchar la Palabra de Dios, y para reunirnos con el fin de prestar nuestros servicios a los pobres y a otros miembros de nuestra comunidad. Por lo tanto, la parroquia es realmente el lugar y la fuente de la nueva evangelización, porque ahí se vive todos los días el misterio y la misión de la Iglesia.
La parroquia no es una “institución”. Es más como una familia. Una familia que está centrada en la Eucaristía y en la Palabra de Jesús y unida en el amor mutuo y en la preocupación por el mundo. Gran parte del trabajo diario de cada parroquia es el fortalecimiento de cada uno de los miembros de la familia parroquial: calmar su hambre, curar sus heridas y darles a conocer la realidad de Dios.
Pero en el servicio a los demás, la parroquia nunca debe estar centrada en sí misma o trabajar para su propio provecho.
Cada parroquia, inclusive la más pequeña y más pobre, debe entender que forma parte de la misión universal que Jesucristo le dio a su Iglesia católica: la de proclamar el Evangelio y hacer discípulos de todos los pueblos.
En “La alegría del Evangelio”, el Papa Francisco escribe: “En todas sus actividades, la parroquia promueve y capacita a sus miembros para ser evangelizadores. Es una comunidad de comunidades, un santuario al que vienen a beber los sedientos en el curso de su viaje, y un centro de constante expansión misionera”.
